Día 5: Aquopolis y Guarrymkana

Ya estamos en el quinto día del Campus, justo en la mitad, algunos ya dicen ¡No puede ser que se haya pasado tan rápido! Parece que tienen pocas ganas de volver noa casa y para qué nos vamos a engañar, aquí están genial. El único problema que tienen es que duermen poco porque no quieren perderse nada. Pero siguen el ritmo como campeones.

A las 8.30 volvieron a sonar las bocinas y los pitos para despertarnos para disfrutar de un apasionante día en el Aquopolis. Un día en el que la única norma es pasarlo bien y disfrutar de todas las atracciones. Una vez dentro nos hicimos la tradicional foto de grupo que les daremos de recuerdo el último día. Juntamos a todos en el punto de encuentro donde dejaron sus toallas, les dijimos la hora a la que habíamos quedado para comer y...¿dónde están? De repente desaparecieron todos y se fueron corriendo a los toboganes. Los chicos pueden disfrutar libremente del parque sin ningún peligro, los monitores nos repartimos para estar en las toallas vigilando las cosas y poder disfrutar con ellos de los toboganes. 

A las 2 llegó el jamón, el tomate y el pan y en cuestión de segundos los monitores preparamos 130 bocadillos. Una cadena y un poco de práctica nos llevó a hacerlos muy rápido.Aunque más rápido se los comieron ellos. Una pieza de fruta y de nuevo a las atraciones.

Algunos se tomaron un descanso de sol y agua y estuvieron viendo los delfines. Y después de nuevo a los toboganes hasta que cerraron el parque. Tuvimos mucha suerte porque había poca gente y las filas eran rápidas, así que vuestros hijos pudieron disfrutar tantas veces como quisieron. 

Los chicos de Santa Ana sacaron a pasear nuestra mascota por el parque acuático. Los nuevos ya han conocido a nuetro lindo gatito y se hicieron fotos con él.

A las 7 vino a recogernos el bus para llevarnos a casa y volvimos a la residencia. Una rica cena para reponer fuerzas después de un día agotador y a disfrutar de una pringosa velada. En Tarragona siempre hay una Guarrymkana ¿una guarrada? Pues tal vez un poquito sí... pero se lo pasan genial. Al principio parece que les da un poco de apuro participar pero al final todos se animan, y disfrutan. Los veteranos tuvieron que convencer a los novatos de que es una de las mejores veladas y al final todos los pasaron genial. Hubo duelos entre equipos, jugamos a la carta más alta y el que perdía... un poquito de agu asucia. Los rodillos para transportar compañeros, conseguir fichas con la boca y llevar agua en esponjas de un lado a otro fueron algunas pruebas. Nuestra super piscina no podía faltar, unas carreras hasta llegar a ella y hacernos con la manzana.

Un montón de divertidas y pringosas pruebas que hicieron que todos disfrutáramos de una gran noche. Les limpiamos con la manguera, subieron a las duchas y bajaron de nuevo a la pista de baile para terminar de gastar la poca batería que les quedaba. 

Por la ropa sucia de la velada no os preocupéis que hemos puesto varias lavadoras y la van a llevar a casa limpia, o por lo menos sin malos olores, las manchas...os las dejo a vosotros. 

 Y como era de esperar... cayeron rendidos antes que ningún día y los monitores pudimos reunirnos y planificar un nuevo día. Y por qué no... disfrutar de un rato de paz y tranquilidad entre adultos. 

Superada la mitad del Campus, afrontamos la segunda mitad... ¡Todavía queda la mitad!